Prometen empleo, bienestar o salud; aprovechan, sobre todo, los momentos de crisis. A veces disfrazados de terapias y fórmulas casi mágicas consiguen captar a seguidores que son engañados principalmente con fines económicos. En Cataluña y sobre todo en Barcelona van en aumento.
Aunque se solía identificar a los adolescentes como el objetivo principal de estos movimientos, últimamente son los desempleados que rondan la treintena los que están cayendo en este tipo de sectas. “Aumenta la desesperación y, por lo tanto, las propuestas que dicen que resuelven problemas de manera mágica”, aclara el psicólogo Miguel Perlado, de la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP).
La asociación Atención e Investigación de Socioadicciones (AIS), experta en este ámbito en España, aclara en un informe que “con la crisis son muchos los grupos de manipulación que están surgiendo prometiendo trabajo, generación de negocio, riqueza y, además, solventar cualquier problema físico o psicológico” y alerta de que “la crisis económica agrava la problemática sectaria”.
Los grupos de manipulación que más han proliferado estos años de crisis son los que proponen falsas terapias. “Usan términos propios de tratamientos alternativos, porque son un buen gancho”, destaca Perlado, indicando que plantean un reequilibrio corporal y espiritual ante un conflicto emocional y económico. “Todo vale”, concluye.
También los grupos de cariz esotérico y mágico captan cada vez más adeptos. Ofrecen “una espiritualidad muy difusa”, basada en un culto a la naturaleza y están liderados por druidas o chamanes que usan encantamientos y sortilegios “reformulados”, según expone el psicólogo de la AIIAP.
Aunque las sectas religiosas estaban en claro retroceso los últimos años, ahora se contabilizan más casos de grupos “cristianos” de tipo sectario. Lo demuestra el hecho de que el 22% de los casos terapéuticos tratados por la AIS sean víctimas de estas estructuras, cuando en 2008 suponían solo el 10% del conjunto de atendidos. Los últimos datos hechos públicos en 2005 —antes de la crisis— por Salud señalaban a 53.316 catalanes captados por alguna de las 88 sectas (16 peligrosas) fichadas.
“Los captadores van encorbatados, presentan power points en grandes hoteles... son altamente creíbles y el riesgo de confusión es más alto”, matiza Miquel Perlado, de la AIIAP. Cada grupo se especializa en un segmento de la sociedad, los chamanes tienen “un envoltorio más chic” en Pedralbes que en el Raval; en las Ramblas se usa la caja y, en Sarrià, se lee la carta astrológica.
Fuente: acontecercristiano.net
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