A pesar de las circunstancias de enfermedad en que ha estado Billy Graham, aún tiene tiempo para responder a una de las tantas preguntas interminables y sencillas como la que Sra. KF, le pregunta: “¿Cómo puedo lograr que mi esposo crea en Jesús? Él es una buena persona, y creo que él cree que eso es todo lo que se necesita para ir al cielo.
Respuesta: Mi esposa, Ruth, le gustaba citar un dicho familiar viejo que había oído una vez: “Más moscas se atrapan con miel que con vinagre”, yo le agregaría, “y más personas se sienten atraídos por el amor de Jesús que por la discusión”.
No me malinterprete, estoy muy agradecido por su preocupación, por la salvación eterna de su marido. Pero sólo Dios puede abrir los ojos de su corazón y ayudarle a ver su necesidad de Jesucristo. Es por eso que su primera responsabilidad es orar constantemente por su marido, pidiéndole a Dios que toque su corazón por medio del Espíritu Santo. Dios puede hacer lo que no podemos hacer. Jesús dijo: “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero” (Juan 6:44).
Además, pídale a Dios que le ayude a ser un testigo de sus obras con su vida. ¿Qué diferencia ha hecho Jesucristo en la forma en que vives? ¿Su marido ve a Cristo en ti? ¿Es el fruto del Espíritu evidente para él? La Biblia dice: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio” (Gálatas 5:22-23). Hacer estas cosas debe ser tu meta.
A menudo, se torna difícil hablarle de nuestra fe a los que están más cerca de nosotros. Pero Dios ama a su marido, por lo que confiamos en El quien responderá a sus oraciones en su tiempo.
Pregunta: ¿Es malo tener dudas de vez en cuando? La mayor parte del tiempo, mi fe es muy fuerte, pero de vez en cuando sucede algo que me hace cuestionar mi fe, y entonces me pregunto si es realmente cierto. ¿Está Dios enojado conmigo por esto? – Sra. MR.
Respuesta: Dios sólo se molestaría si usted no ha hecho nada para resolver sus dudas y aún más si permite que sus dudas se hagan más fuerte que su fe.
En otras palabras, algunas personas (que he encontrado) casi disfrutan por tener dudas, y las usan como una excusa para mantenerse alejados de Dios. En su lugar buscan respuestas a sus preguntas, les gusta exhibir sus dudas ante otros, y permiten que sus dudas coman su fe. Sin embargo, otros tratan dudan buscan en Dios, una oportunidad para que esto les sirva para crecer y más fuertes en su fe.
A menudo pienso en Tomás, quien fue uno de los discípulos más cercanos de Jesús. Después de que Jesús fue crucificado, la fe de Tomás estaba casi destruida, y se sentía desesperado. Cuando otros informaron de que Jesús había resucitado de entre los muertos, Tomás se negó a creer (y como resultado llegó a ser conocido como “Tomás el incrédulo”). Pero Tomás estaba dispuesto a que sus dudas fueran respondidas, y así que se quedó con los otros discípulos – y estuvo nuevamente que Jesús apareció. Sus dudas huyeron, y él respondió de inmediato: “¡Señor mío y Dios mío!” (Juan 20:28).
No dejes que las circunstancias o cualquier otra cosa te llenen de dudas. En su lugar, haz de la Biblia (que es la Palabra de Dios), tu compañera de todos los días. Luego, cuando vengan las dudas podrás superarlas con la verdad de la Palabra de Dios. La Biblia dice: “Toda palabra de Dios es limpia; Él es escudo a los que se refugian en él” (Proverbios 30:5).
Fuente: NoticiasCristianas
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