Bajo esta siglas se esconde la tecnología Universal Face Workstation, un software de reconocimiento facial que el FBI entregará de manera gratuita a todos los organismos policiales del país.
Un anuncio que viene a unirse al plan de implantar una base de datos nacional a través del reconocimiento ocular. Un software que se ha estado probando desde el mes de febrero en Michigan y que será lanzado en todo el país en pocas semanas.
¿Y cómo funciona? Según cuentan desde Slate, el programa irá destinado a los analistas policiales,
quienes tendrán acceso a una base de datos de casi 13 millones de
imágenes. UFW servirá a la policía como medio de búsqueda de personas a
través de las imágenes.
Un plan a nivel nacional que habría costado mil millones de dólares y
por el que el FBI establecerá también un sistema de búsqueda en la base
de datos a través cicatrices, marcas o tatuajes en las imágenes.
Según Jerome Pender, director en la subdivisión de tecnología en el FBI, UFW estará plenamente operativo en el verano del 2014.
Los primeros lugares donde la tecnología comenzará a funcionar serán
Hawaii, Maryland, Carolina del Sur, Ohio, Nuevo México, Kansas, Arizona,
Texas, Nebraska y Missouri.
Desde el FBI también se ha querido subrayar que los 12,8 millones de imágenes almacenadas en la base de datos sólo incluirán fotografías de fichas policiales
de criminales tomadas desde el proceso de detención, es decir, que no
se utilizarán ni almacenarán fotografías obtenidas de otras fuentes como
pueden ser Internet.
Tras la noticia revelada por WikiLeaks hace unas semanas con la tecnología TrapWire,
la cual habría estado recopilando imágenes de cámaras secundarias por
el país para luego ser almacenadas por diferentes agencias de seguridad,
los grupos de libertades civiles han puesto el grito en el cielo ante
esta nueva noticia.
Desde Electronic Frontier Foundation se apunta la preocupación por este intento contínuo de “marcar” a cada individuo:
El FBI quiere ser capaz de buscar e identificar a las personas en las fotos de multitudes y en las imágenes publicadas en redes sociales, incluso en personas que no han sido arrestadas o son sospechosas de algún crimen.
El senador Al Franken ya había expresado en julio su malestar por el
uso de la tecnología y las leyes frente a la privacidad de las personas.
El hombre apunta a usos paralelos:
La tecnología que intenta implantar el FBI podría ser objeto de uso, no sólo para identificar a manifestantes en eventos y concentraciones políticas, sino para atacar directamente a la Primera Enmienda.
Un futuro marcado por el reconocimiento facial en el que está en juego la propia privacidad del ciudadano.
Fuente: UFW
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