Hermanos soy de Chile, envió esto que paso anoche en mis sueños, ruego a Dios Padre en el señor Jesucristo de Nazaret, que nos inste cada día a estar velando y orando primeramente como familia de Dios y los nuestros , porque lo que viví en el sueño que tuve hoy en la madrugada fue algo que impactó mi alma.
Veía cómo una ciudad de grandes edificios blancos (no se si era una ciudad costera de Chile) donde el mar se tragaba estos grandes edificios como si fueran barcos transatlánticos que se hundían y además se derrumbaban.
Los miraba todo esto como en un ventanal, de pronto detrás de este caos, veía una ola gigantesca como el color de la orina con ramas que cubría todo, esto iba acompañado de un ruido vibratorio. En ese momento grite y le dije: “¡Señor, ten misericordia!”, al instante escuché una voz que me dijo clara y fuerte: “no hay misericordia”; en eso me refugie en algún lugar y llore, ahí desperté.
Para respaldarme en la Palabra estaba leyendo Ezequiel 7, y mi espíritu se conmovió al leerlo:
21:6 Y tú, hijo de hombre, gime con quebrantamiento de tus lomos y con amargura; gime delante de los ojos de ellos.
21:7 Y cuando te dijeren: ¿Por qué gimes tú? dirás: Por una noticia que cuando llegue hará que desfallezca todo corazón, y toda mano se debilitará, y se angustiará todo espíritu, y toda rodilla será débil como el agua; he aquí que viene, y se hará, dice Jehová el Señor.
Gloria T.
Chile
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