Bendiciones Hnos. Somos dos jóvenes de Chile que queremos
compartir un sueño que Dios ha presentado a una de nosotras. Intente redactarlo
de la mejor forma posible aunque a veces cuesta describir las cosas que uno
sueña, por la misericordia de nuestro Dios les presento mi sueño:
Estaba en la azotea de un edificio en una ciudad grande al parecer era
Santiago de Chile, el horario de atardecer en mi sueño era como a las 3 de la
tarde, por lo que yo me daba cuenta que cada vez se oscurecía más temprano, yo
miraba el cielo que estaba todo de un color rosado fuerte, y en ese momento yo
sabía que algo pasaba, habían cambiado los días y la cuarta parte del sol ya no
alumbraba, y yo en ese edificio comenzaba a profetizar y gritaba muy fuerte:
“Ustedes no se dan cuenta de las señales, ni siquiera han mirado el
cielo para darse cuenta que la luna ha desaparecido y las estrellas también…”
(luego hablaba algo
sobre una luna roja que por el momento no logro recordar bien), y seguía
diciendo: “Cuando la luna vuelva a aparecer será muy grande y luminosa…”.
En ese momento miraba el horizonte y las nubes comenzaron a alborotarse
moviéndose de un lado a otro debido a las palabras que Dios me mandaba, era
como si las nubes me escucharan y en aquel momento al apartarse las nubes
apareció la luna luminosa y muy grande algo que nunca había visto y sentí como
Dios me dijo “Es el momento… “(Rapto) en aquel momento las nubes se
pusieron grisáceas y cubrieron la mayor parte de las construcciones de aquella
ciudad, lo extraño era que las nubes se acomodaban de tal manera que cubrían
los edificios y las casas como si fueran sus siluetas o contornos, lo cual
tenía un significado que lo interpreto de tal manera que los que eran cubiertos
iban a ser destruidos por Dios debido a las faltas de quienes lo habitaban lo
cual me parecía catastrófico ya que la mayor parte de la ciudad estaba cubierta
por esas nubes grisáceas y en el sueño me alteraba e iba a la estación central
con la intención de comprar alimentos porque sentía algo que me decía que antes
del rapto iba a venir un terremoto muy fuerte el cual conllevaría una hambruna
duradera y para eso faltaban tan solo pocos minutos, y veía como algunas
personas estaban alteradas al igual que yo, y otros no mostraban interés.
El ambiente se sentía muy tenso y pesado ,yo intentaba comprar los últimos
alimentos posibles y a medida que los tomaba y los metía a una bolsa sentía la
voz de Dios que me dijo “Las frutas y todo cultivo ya no habrá” por lo
cual al instante intente tomar una plátano pero entendí que ya era tarde, ya
que la voz me indicaba que los frutos estaban maduros y que yo necesitaba
frutos aun sin madurar ya que los maduros se pudrirían y no durarían lo
suficiente, porque la hambruna postrera era muy grande y necesitaba muchos
alimentos que lograran perdurar por largo tiempo. Luego de llenas las bolsas
disponibles con alimentos cuatro personas y yo empezábamos a correr debido a la
aparición de algunos hombres que eran jóvenes y tenían una relación con el
gobierno, ellos nos disparaban y nos perseguían porque habíamos comprado
alimentos y teníamos posibilidad al igual que ellos de vivir y eso les
molestaba, ellos sabían todo lo que iba a venir y no les interesaba la vida de
los más pobres o de los que no fueran de la política, por misericordia de Dios
yo y esas cuatro personas alcanzábamos a tomar un taxi y huíamos, desde ahí
podía ver que muchas de las casas estaban cubiertas por estas capas de nubes
grises, era todo muy extraño, luego del taxi llegaba a una academia de ballet
donde estaban todos vestidos de negro y bailaban, yo intentaba seguir sus pasos
para no ser descubierta, y luego de un rato, me iba a casa de una amiga que
pertenecía a la religión católica
pero nunca se veía comprometida ni con Dios
ni con su religión y yo mientras la miraba sentía su odio en mí, pero yo sabía
que estaba ahí por algo, tenía que advertirle todo lo que iba a pasar para que
se arrepintiera y se salvara, Dios me usaba como instrumento y le pedía a ella
que le abriera su corazón y le advertía que si no lo hacía no se iría en el
rapto… no sería salva y le profetizaba que 144.000 personas Dios las tenía
considerabas en el rapto pero muchos de ellos se quedarían igual al ver que
mientras subían al cielo sus seres queridos se quedaban abajo y mientras Dios
los invitaba al cielo ellos decidieron bajar y no ser raptados para quedarse
con sus seres queridos despreciando a Dios, le hablaba también a mi amiga algo
sobre un 1,5 % de la población mundial tenía la posibilidad de ser salvada por
la misericordia de Dios, y que todos los demás si no se arrepienten serán
condenados, Dios lloraba muy afligido, me dolía verlo así y EL seguía
insistiendo y le rogaba a mi amiga que abriera su corazón, pero ella tendía a
negarse y no lo tomaba enserio, porque me odiaba a mi como persona . El Señor
me seguía hablando y me repetía que
muchos se quedarían por sus seres queridos
a pesar de haber tenido la posibilidad de ser raptados, y ahí yo me fijaba en
la madre de mi amiga y sabía que ella se quedaría, era muy doloroso, mientras
la miraba recordaba que ella en la vida real tenia imágenes gigantes de santos
incluyendo a la virgen y les rezaba y los adoraba a ellos y no a nuestro Dios,
ella no es mala, no tiene malos sentimientos, ella cree hacer lo correcto pero
nadie le ha advertido que eso Dios lo aborrece y como ella muchos también, por
falta de conocimiento hasta el día de hoy pecan creyendo que hacen lo correcto
cuando no es así.
Al despertar y al contarle lo más posible el sueño a mi amiga, ella
quedo pensando, cuanta gente nos rodea cuanta gente conocemos, que saludamos,
que abrazamos que queremos, cuanta gente sabe de Cristo y cree creer a Cristo,
cuantas veces los vemos en faltas, en errores, y cegamos nuestros ojos seguimos
con nuestras vidas, Dios no quiere eso, debemos tener el valor de acércanos
decirles aunque nos odien que Dios está cerca, Dios viene.
No esperemos hasta el día del rapto cuando seamos levantados y miremos
abajo a todos los que un día les dijimos “Hola”. Debemos prepararnos para el
Señor y a la vez ayudarlo porque El todavía espera llegar a mucha gente y ahí
es donde nosotros como sus hijos, como su novia, debemos ayudarlo, apoyarlo y
hablar de El con todos, los días están contados, no es tiempo de pensar sino de
actuar, cambiar, y ayudar a nuestro prójimo, recordemos que los que se quedan
también son nuestros hermanos y como tal debemos ayudarlos.
Que Dios les bendiga.
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