Palabra de
HaShem que vino a Jesús en las montañas de Coahuila al este de la
ciudad de Saltillo, al quinto día del mes noveno en el año 2009 durante
el gobierno del presidente Calderón, en el país de México.
Vino a mi palabra de HaShem diciendo:
Sal
de la tierra en que te encuentras y ve hacia la región montañosa de
Coahuila al este de Saltillo a la cabaña que tengo preparada para ti,
pues el tiempo ha llegado para que profetices lo que acontecerá en los
años por venir ya que el día de HaShem esta próximo y la llamada Justa
debe estar preparada para las cosas que acontecerán en los próximos
años.
Escucha
pues Jesús, el tiempo es corto y necesario es que profetices,
profetizaras mas no querrán oírte pues mi pueblo a endurecido su cerviz
para no escuchar mi palabra, ellos buscan solo sus propios caminos; cada
cual cree tener la razón, cada cual cree lo que quiere, son como torpes
cachorros sin conocimiento. Mas tu profetízales y diles…
Así dice HaShem: que
maldad has encontrado en mi, que vas detrás de tus ídolos, ídolos que
te cantan y te entretienen en vez de buscarme a mi, fuente de Agua de
Vida la cual puede saciar tu sed. Hasta cuando prevaricareis?, hasta
cuando me seréis afrenta?. Buscadme ahora que puedes hallarme, he
proveído para ti la Sangre del Cordero para redención de tus pecados.
Por
tanto, Vuélvete ahora a Mi escudriña la senda por donde vas, guarda tus
labios de hablar iniquidad, y presenta todos tus miembros santos,
limpios delante de Mi. Mientras HaShem hablaba
estas palabras los cielos fueron abiertos y vi una luz que resplandecía
aun mas fuerte que el sol, la luz emanaba de un rostro, un rostro de
cabellera blanca y ropas finísimas resplandecientes, de su boca sale una
luz enceguece dora. Se paro al pie de la montaña que queda al este;
cuando sus pies tocaron la montaña la tierra tembló, una nube le rodeo y
empezó a llover, una lluvia quieta y apacible, todo lo que estaba a su
alrededor huyo de su presencia, incluso los animales corrieron.
Al ver la
gloria del varón caí de rodillas, al instante vi su mano derecha
extendida hacia arriba y juro por el Altísimo, Bendito sea el, que
aquello que tenia escrito en el rollo que llevaba en su mano izquierda
se cumpliría en los años por venir. Aquel varón de rostro
resplandeciente abrió el rollo que llevaba en la mano y comenzó a leer y
dijo: Hay de los moradores de la tierra, pues el día de HaShem esta por
llegar, y a la llamada Justa, arrepiéntete
de tus iniquidades y limpia tus atuendos pues si no lo haces, vendrá tu
Señor en día que tu no sepas y quedaras para confusión y destrucción
como todo árbol que no da fruto y es destruido y cortado, así serás tu o Justa, si no corriges tu camino.
De nuevo hablo HaShem a mi diciendo: ¿Que miras Jesús?, Conteste. Veo leños viejos y otros mas jóvenes quemándose en el fuego. Dijo HaShem: Bien
has visto, de igual manera yo quemare a fuego al anciano y al joven por
la prevaricación con la que prevarico mi pueblo. Los pastores han
pecado contra mi y se han vuelto a sus ídolos, predican prosperidad y
permiten el pecado dentro de la iglesia, encaminan a mi pueblo hacia el
pecado pues ellos mismos adulteran, roban, engañan y así hablan a mi
pueblo. Así mismo los profetas se han vuelto
mentirosos, hablan al pueblo conforme a sus concupiscencias. La llamada
Justa camina sin dirección pues no se ha querido volver a Mi, dice
HaShem, con Amor eterno te ame y entregue la vida de mi Unigénito para
expiación de tus pecados, mas ahora te vuelves contra Mi, caminas junto
con tus ídolos y pisoteas la Sangre que te ha dado la vida, por tanto no
perdonare a aquel que pisoteare la Sangre del Pacto, fuego y azufre les
espera a todos aquellos que no se arrepientan.
Vienen
días dice HaShem, en que querréis el favor de la gracia, mas no estará
mas allí; dentro de no muchos días enviare a mi Mesías a poner orden a
la llamada Justa, así mismo a la casa de Jacob. Arrepiéntete o Justa de
tus malos caminos y compra de mis vestiduras blancas que no tienen
mancha para cubrir tu desnudez y tu vergüenza, de esa manera seréis
Santos así como YO SOY Santo. OH, Justa, Redime tus pecados en Justicia y
no pienses dentro de ti “ tengo el favor de la gracia “, pues no tendré
por inocente a aquel que tome en vano el sacrificio del Cordero, el
Mesías Yeshua.
Nuevamente vino a mi palabra de HaShem desde la montaña diciendo: Hazte
de doce piedras y coloca seis una encima de otra a la izquierda y seis a
la derecha dejando dos pies de espacio entre ellas y allí descenderé a
hablar contigo. Nuevamente vinieron visones de
HaShem en la montaña que queda al este, los cielos fueron abiertos y vi
una figura de luz como siete rayos que iluminaban la cumbre de la
montaña, bajo los rayos de luz estaba un tabernáculo y un ser dentro de
él que resplandecía mas fuerte que el sol, a su alrededor vi ruedas
girando una dentro de la otra, eran siete de ellas, eran doradas con
muchas luces alrededor de ellas. Vi también cuatro figuras que tenían
cuatro cabezas con caras de águila, león, hombre y toro, además vi un
arco iris hacia abajo de la figura resplandeciente y debajo del arco
iris vi un ángel, el cual el ángel Uri’el que se encontraba a mi
derecha, me dijo llamarse Gabriel.
Este ángel
era de cabellera rubia hasta los hombres y sus ojos eran azules, su
vestidura era blanca como la nieve y tenía un cinturón dorado rodeando
su cintura, venia volando hacia el altar con sus alas extendidas hacia
arriba y traía consigo un manto el cual puso sobre mi cabeza y cubría
también mi espalda. Me hablo y dijo: este es el manto de profecía que se
te es entregado para que tus ojos sean abiertos y tu entendimiento sea
ampliado y puedas profetizar a la llamada Justa. Al voltear a mi
alrededor pude ver la montaña complete de Ángeles y seres los cuales yo
no conocí. Al instante la visión completa desapareció de mis ojos y no
le vi mas. HaShem hablo de inmediato a mi vida y me dijo: levántate y
regresa al refugio de tu cabaña ya que lluvia tormentosa se avecina, y
así fue. Esa misma noche hablo HaShem de nuevo a mi vida diciendo: Hijo
de hombre profetiza contra los pastores y ministros de la llamada Justa,
así dice HaShem, ustedes mienten, roban, pervierten a mi pueblo y se
llaman ministros de HaShem, pues ahora yo vuelvo mi rostro contra todos
ustedes que han mentido, robado, y pervertido a mi pueblo, con lagrimas y
Dolores descenderán al sepulcro, pues mezclaste lo Santo con lo vil y
no te doliste de las almas que buscaban mi rostro. Arrepiéntete y cambia
tus caminos, pues la muerte te sorprenderá, pues has abusado de la
gracia y han tenido en poco el sacrificio de mi Mesías Yeshua.
Al termino
de los cinco días regrese a casa, las visiones y la palabra de HaShem
retumbaban en mi mente, esa misma noche estado yo acostado en mi lecho
me sobrevino de nuevo las palabras de HaShem diciendo, ¿Qué vez Jesús? Conteste. Veo cántaro derramando agua , mucha agua. HaShem me dijo: Bien
has visto pues así como esta agua es derramada así se derramara mi
Espíritu sobre aquellos que sean hallados fieles antes de mi día grande y
terrible. Hijo de Hombre habla a la Justa y dile: No puedo yo volverte a
mi o Justa? , mas como he de volverte a mi si te has olivado de la
viuda, del anciano, del huérfano, del desamparado, como pues he de
volverte a mi, si tus pasos son de continuo al mal. Por tanto
arrepiéntete y vuélvete de tus malos caminos para que hagas nacer la luz
de tu hermosura y vengas a ser como novia ataviada esperando a su
marido. He aquí yo vengo pronto, se pues prudente y endereza tus pasos
para que yo haga contigo misericordia. La Sangre del Cordero es la única
esperanza de la humanidad.
Fuente: ElRegresa.net
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