Estaba de pie en una colina. Algo llamó la atención de todos, era una gran luz que apareció en el cielo. La gente se maravilló. Yo no entendía. Pero era como si mis ojos tuvieran algún tipo de zoom que me permitía ver muy de cerca. Ese resplandor de luz era una horrible bestia con grandes alas que surcaba los cielos como lo hace un avión.
Venia de algún lugar de occidente e iba hacia la tierra de Israel.
Yo veía a la bestia, pero a la vista de las demás personas era una gran luz que maravillaba a todos.
Una voz me dijo: "porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición".
Entonces yo corrí al otro lado de la colina y miré con unos binoculares, (habían otras personas conmigo). De repente, ésta ya no era una horrible bestia, había sufrido una transformación. Lo que miré fue un esbelto, alto y amable hombre con su espalda hacia mí, vestía un traje negro. Sus pies ya estaban pisando la tierra de Israel.
Lo vi del cuello para abajo porque una mujer de nacionalidad China, de lacio y muy negro cabello, sostenía una sombrilla y lo cubría así como lo hacen con las grandes celebridades. Llevaba puesto un elegante vestido negro sin mangas tallado al cuerpo pero con una abertura al lado derecho que le dejaba ver desde su pierna hasta abajo.
Había también un lujoso carro negro con ventanas oscuras y blindadas. La seguridad estaba presente resguardando este gran personaje. La prensa tomaba tantas fotografías como fuere posible y todos querían entrevistarlo, pero él solamente saludaba con su mano levantada. La demás gente ahí reunida gritaba de alegría y trataban de tocarlo. Todo era elogios. Al frente había un gran palacio (espiritual) y un trono que lo estaba esperando. Y aunque había un representante de Israel para el mundo, que era como un rey para dicha nación él a la fuerza lo quitó y se sentó en el trono.
Yo veía a la bestia, pero a la vista de las demás personas era una gran luz que maravillaba a todos.
Una voz me dijo: "porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición".
Entonces yo corrí al otro lado de la colina y miré con unos binoculares, (habían otras personas conmigo). De repente, ésta ya no era una horrible bestia, había sufrido una transformación. Lo que miré fue un esbelto, alto y amable hombre con su espalda hacia mí, vestía un traje negro. Sus pies ya estaban pisando la tierra de Israel.
Lo vi del cuello para abajo porque una mujer de nacionalidad China, de lacio y muy negro cabello, sostenía una sombrilla y lo cubría así como lo hacen con las grandes celebridades. Llevaba puesto un elegante vestido negro sin mangas tallado al cuerpo pero con una abertura al lado derecho que le dejaba ver desde su pierna hasta abajo.
Había también un lujoso carro negro con ventanas oscuras y blindadas. La seguridad estaba presente resguardando este gran personaje. La prensa tomaba tantas fotografías como fuere posible y todos querían entrevistarlo, pero él solamente saludaba con su mano levantada. La demás gente ahí reunida gritaba de alegría y trataban de tocarlo. Todo era elogios. Al frente había un gran palacio (espiritual) y un trono que lo estaba esperando. Y aunque había un representante de Israel para el mundo, que era como un rey para dicha nación él a la fuerza lo quitó y se sentó en el trono.
Entonces una gran guerra estalló por toda la tierra. La hambruna, muerte, soledad, odio, destrucción y dolor reinaban. Los muchos ejércitos que pertenecían a este hombre estaban por doquier y no tenían misericordia de ninguno que se les pusiere al frente. Eran muy salvajes y llenos de violencia, estaban muy bien preparados y equipados con todo tipo de armas para hacer el daño. También perseguían a muchos. La gente huía de ellos. Destruían casas y muchos edificios estaban en ruinas. El ambiente era desesperante y lleno de temor.
Entonces el vivido sueño terminó.
Evert Tinoco
Fuente: RugeelleondelatribudeJuda
Entonces el vivido sueño terminó.
Evert Tinoco
Fuente: RugeelleondelatribudeJuda
Hermanos,
Yo no tengo idea de quien pueda ser el anticristo, pero lo único claro, es que será un varón muy carismático, probablemente simpático, de buena presencia, y deberá de ser extremadamente inteligente.
Solo queda, rogar a Dios por misericordia, entre tanto estamos aquí.
Dios les bendiga.
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