El embargo al petróleo de Irán resultó a ser contraproducente. La escalada de tensión entre la república islámica y la comunidad internacional lleva semanas empujando el precio del crudo hasta el punto máximo de los últimos meses. ¿Estados Unidos y la Unión Europea cavaron su propia fosa?
El valor de barril ya superó los 124 dólares y los expertos predicen que puede alcanzar hasta los 200. Y todo en medio de la crisis financiera que, en primer lugar, castiga el bolsillo de la clase media europea y estadounidense. No obstante, los políticos prefieren seguir empujando a otros Estados a que rechacen las importaciones de Irán. Los países asiáticos, a su vez, se niegan por la alta necesidad del crudo iraní.
"Si las sanciones funcionan o no es un asunto que no le corresponda juzgar a India. Estas son sanciones impuestas por EE. UU. y la Unión Europea, ellos no nos consultaron cuando las impusieron, así que es un problema de ellos, no nuestro. Nuestro deber es solo velar por el bienestar de nuestro pueblo y sus necesidades de energía", indicó Gopalapuram Parthasarathy del Centro de Investigación Política (Centre for Policy Research).
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