La lluvia de meteoros se produjo en la provincia occidental china de Qinghai. El peso de las piedras más grandes encontradas en el lugar del accidente fue de 12,5 kg.
Según afirman los testigos, antes de que caerse al suelo "una lluvia de piedras", se produjeron numerosos truenos, una serie de explosiones, y la caída de meteoritos que contaba con varios cientos de piedras, fue acompañada con destellos y el humo. No se ha informado sobre daños o víctimas.
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