lunes, 26 de marzo de 2012

Irán divide a los israelís

JERUSALÉN

La población de Israel se muestra dividida ante un eventual ataque a las centrales nucleares iranís Un 58% afirma ser contrario a un bombardeo sin la ayuda norteamericana.

 
Un millar de israelís salió el sábado a las calles de Tel-Aviv para mostrar su rechazo a un ataque contra Irán en la primera protesta en Israel sobre esta cuestión que, desde el pasado otoño, no ha dejado de ocupar diarios e informativos. Cuando algunos medios israelís publicaron que el Gobierno de Binyamin Netanyahu estudiaba bombardear centrales nucleares iranís para frenar el programa atómico de Teherán -que según Israel, EEUU y Europa tiene finalidad militar-, la cuestión estaba en boca de la mayoría de israelís, en las tertulias de intelectuales y universitarios y en las peluquerías y las barras de bar.

Unos meses más tarde, el tema ha quedado relegado en las conversaciones y ha disminuido el número de ciudadanos que apoyan sin fisuras un ataque, sobre todo después de que el presidente de EEUU, Barack Obama, dijera a Netanyahu que el diálogo con Teherán es prioritario, aunque «todas las opciones están sobre la mesa».
Una encuesta publicada en noviembre por el diario Haaretz mostraba que el 41% de los israelís estaban a favor de atacar a Irán, el 39% en contra y el 20%, indecisos. En cambio, un sondeo del mismo periódico de principios de marzo indicaba que el 58% de la población se opone a un ataque sin el apoyo de EEUU. La mayoría de los israelís considera clave el aval norteamericano porque es arriesgado lanzarse en solitario y prefiere que su Gobierno «espere». Pero el tema iraní divide a los israelís.

Retórica peligrosa
El grupo más amplio se inclina por dar una oportunidad al diálogo y «lanzar un ataque solo si hay peligro», señala Gastón, de 33 años, traductor de inglés y español nacido en Buenos Aires. «Estoy de acuerdo con Obama, primero hay que dialogar. Pero sabiendo que Ahmadineyad quiere destruir a Israel. Si no hay diálogo, me inclinaría por un ataque contra las centrales nucleares», afirma Gastón, que confiesa su miedo a «la reacción de Rusia, que podría apoyar a Irán y se complicaría todo».
En la misma línea está Yossi Hayun, un técnico informático de 26 años nacido en un asentamiento de Cisjordania. «Atacar a Irán es la última opción, aunque hay que contemplarla. Irán es un problema para Israel porque apoya el terror», señala. Gabi, de 34 años, que trabaja en una productora de cine, también desea esperar para atacar, pero cree que Netanyahu «bombardeará en primavera o verano».
Totalmente contraria a atacar Irán se muestra Yael, de 33 años y nacida en Rehovot, cerca de Tel-Aviv. «La mayoría de los israelís rechazamos un ataque y espero que el Gobierno se dé cuenta. Tanto en el lado israelí como en el iraní hay una retórica que llama a la guerra y es muy peligroso», asegura. «Un ataque solo traerá miedo, destrucción y muerte e Irán se volverá inestable como Irak», indica esta especialista en Asia. «No creo que Israel vaya a la guerra sin EEUU y Obama no está por la labor», añade Yael, que se ha sumado, junto a su marido, Yuval, a la campaña Iranís, os queremos, nunca os bombardearemos, iniciada en Facebook para demostrar a los iranís que los israelís no quieren la guerra.

Voces pacifistas
Davna y Tamar, activistas proderechos humanos de 81 y 70 años, también se oponen a un ataque. «Somos pacifistas, bombardear Irán no solucionará el problema nuclear», subraya Tamar, que es abogada. Mossi Raz, de 46 años y codirector de Radio All for Peace, en la que colaboran israelís y palestinos, piensa que «atacar a Irán sería un error, nadie sabe qué reacción puede tener Teherán ni las consecuencias que conllevaría, no creo que el Gobierno bombardee sin EEUU». Usna, de 40 años y madre de un niño de 5, comparte los temores de Raz. «Espero que Israel no tenga que atacar, los iranís son buena gente, quieren la paz como nosotros y la mayoría están en contra de su Gobierno».
En el lado opuesto a Usna se sitúa Arkadi, de 50 años, origen ruso y guardia de seguridad en un restaurante. Arkadi defiende un ataque inmediato: «No sé a qué espera Netanyahu para bombardear. ¿A que Ahmadineyad tenga armas nucleares y nos ataque?», se pregunta. Uriel, dueño de 27 años de una tienda de especias, no se muestra tan beligerante, pero sí da luz verde al Gobierno israelí «para atacar si es necesario. Ahmadineyad odia a los judíos, solo habla de matarnos y eso me produce temor».

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